Por la ruta B-245, la misma que conduce a los Géiseres del Tatio, comenzamos una grandiosa jornada de trekking por la quebrada de Guatin, donde el helado río Purifica y el termal Puritama se unen para dar origen al río Vilama, nuestro guía en esta aventura.

Estamos por recorrer un sendero muy especial protagonizado por centenarios cactus de hasta siete metros que custodian el lugar y blancas colas de zorros que iluminan el paraje.

A medida que avanzamos, podrás notar que el camino se estrecha hasta que la quebrada nos rodea completamente entre sus formaciones rocosas, como si de una laberinto se tratara.

El río sigue su curso y nosotros vamos tras él, maravillados por las caídas de agua que salen al encuentro, los tesoros de flora y fauna que se congregan en el afluente y el azul del cielo que contrasta con los amarillos y ocres de las columnas que nos sustentan.

Nuestros pasos son cautelosos para no caernos con las piedras y peñascos sobre las que posamos los pies.

¡Menos mal que contamos con unas buenas zapatillas!

Han sido grandes aliadas en este trayecto, especialmente cuando la quebrada se angostó tanto que prácticamente tuvimos que gatear para continuar nuestro viaje.

Cuando ya vamos dejando la quebrada y el cajón se amplia, divisamos unas pasarelas de madera roja que nos dan la bienvenida, conduciéndonos a las modernas y cómodas instalaciones de las Termas de Puritama.

Administrado por el Consejo de Pueblos Atacameños, este hermoso centro rodeado de vegetación desértica cuenta con pozones naturales de aguas termales a 30 grados Celsius que prometen aliviar nuestros cansados pies y revitalizar el cuerpo gracias a sus componentes sulfurosos de propiedades curativas.

Sin duda, estamos ansiosos por sumergirnos en sus aguas, pero una mesa dispuesta con quesos, frutas y vino nos invita a hacer una pausa que no podemos rechazar.

Mientras degustamos esos manjares en un entorno tan apacible y bello, ambos reímos al hacer el mismo comentario a la vez:

Quien diría que un paraíso como éste exista a sólo 30 kilómetros de
San Pedro de Atacama.